Algo
más sobre las amenazas a
la paz y la seguridad
Lo que
ya he expuesto en las dos columnas más recientes acerca de los riesgos y
amenazas a la paz y la seguridad internacional (Diario LA HORA, 8 y 15 de
enero), son dos de los componentes de una cuestión de lo más grave y peligrosa
y de la que en los medios escritos, radiales y televisivos del país no se les
da el espacio informativo y de opinión que debería merecer.
En
lo internacional, sucede todo lo contrario. Es muy serio lo que se ha estado
publicando y muy serio lo que se opina. Esto quiere decir y significa que la
situación internacional es de lo más peligrosa y que es mucho lo que hay que
hacer a fin de evitar que esos riesgos y amenazas se incrementen y exacerben.
Lo peor sería que la situación internacional desembocara en una conflagración
global de inimaginables consecuencias.
Retomando
lo ya referido respecto al despliegue militar de Estados Unidos a todo lo largo
y ancho de nuestro Planeta, vale la pena ponerle atención a otros aspectos más
de esa apabullante estrategia geo militar y cuyos principales focos de tensión
y tirantez no son difíciles de ubicar. Son varios los analistas que se vienen
ocupando de la cuestión.
Además,
han ahondado y profundizado, de manera fundamentada y con convincentes
elementos, acerca de la inminencia de lo que podría pasar a ser una Tercera
Guerra Mundial a desencadenarse en este año. Alfredo Jalife-Rahme, es uno de
los analistas que se ha estado ocupando de ello.
A
su juicio son dos los "focos ultrasensibles" que podrían ser los
detonantes de una III Guerra Mundial. Uno de ellos, es el mar del Sur de China;
y, el otro, "la extensa zona" a la que denomina "de los cuatro
mares". Estos cuatro mares son: el mar Negro, el mar Caspio, el Golfo
Pérsico, y la costa oriental del mar Mediterráneo.
En
su artículo publicado en La Jornada
el pasado domingo 12, Jalife-Rahme describe y ubica estos ultrasensibles focos
y las regiones y países que abarcan. Sería muy útil e ilustrativo que usted,
estimado lector, lo consultara. Para el efecto, véase: http://www.jornada.unam.mx/.
Seis
días antes, el pasado 6 de enero, RT en
español, abundó en el tema, pormenoriza
las similitudes que se dan entre el desencadenamiento de la Primera
Guerra Mundial (1914) y el momento actual, las particularidades de entonces y lo
que al día de hoy caracteriza la situación internacional: http://actualidad.rt.com/ actualidad/view/116264-situacion-2014-gran-guerra-1914-mcmillan. Es
de lo más ilustrativo lo que allí se dice y opina.
No
son, por supuesto, solamente aspectos o factores de carácter militar y
despliegue de fuerzas lo que hay que considerar y tener en cuenta al momento de
examinar los riesgos y peligros que amenazan la paz y la seguridad
internacional. Hay otros factores y componentes más. A ellos me referiré en la
columna de la semana entrante.
En
todo caso, ni el imperio más poderoso de la historia ni sus debilitados e
impotentes aliados, ignoran la magnitud de los problemas por los que atraviesan
en lo financiero, bancario, económico, político, institucional y social,
mundialmente hablando.
Ante
un mundo en tales condiciones, la salida que a los halcones del Pentágono les
queda no parece ser otra que el uso de la fuerza lo que, en ningún caso, sería
una muestra del poderío y fortaleza del imperio; sería más bien una muestra más
de su debilidad y agotamiento, desesperación y aislamiento.
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