miércoles, 22 de enero de 2014




Algo más sobre las amenazas a la paz y la seguridad 


Lo que ya he expuesto en las dos columnas más recientes acerca de los riesgos y amenazas a la paz y la seguridad internacional (Diario LA HORA, 8 y 15 de enero), son dos de los componentes de una cuestión de lo más grave y peligrosa y de la que en los medios escritos, radiales y televisivos del país no se les da el espacio informativo y de opinión que debería merecer.

En lo internacional, sucede todo lo contrario. Es muy serio lo que se ha estado publicando y muy serio lo que se opina. Esto quiere decir y significa que la situación internacional es de lo más peligrosa y que es mucho lo que hay que hacer a fin de evitar que esos riesgos y amenazas se incrementen y exacerben. Lo peor sería que la situación internacional desembocara en una conflagración global de inimaginables consecuencias.

Retomando lo ya referido respecto al despliegue militar de Estados Unidos a todo lo largo y ancho de nuestro Planeta, vale la pena ponerle atención a otros aspectos más de esa apabullante estrategia geo militar y cuyos principales focos de tensión y tirantez no son difíciles de ubicar. Son varios los analistas que se vienen ocupando de la cuestión.

Además, han ahondado y profundizado, de manera fundamentada y con convincentes elementos, acerca de la inminencia de lo que podría pasar a ser una Tercera Guerra Mundial a desencadenarse en este año. Alfredo Jalife-Rahme, es uno de los analistas que se ha estado ocupando de ello.

A su juicio son dos los "focos ultrasensibles" que podrían ser los detonantes de una III Guerra Mundial. Uno de ellos, es el mar del Sur de China; y, el otro, "la extensa zona" a la que denomina "de los cuatro mares". Estos cuatro mares son: el mar Negro, el mar Caspio, el Golfo Pérsico, y la costa oriental del mar Mediterráneo.

En su artículo publicado en La Jornada el pasado domingo 12, Jalife-Rahme describe y ubica estos ultrasensibles focos y las regiones y países que abarcan. Sería muy útil e ilustrativo que usted, estimado lector, lo consultara. Para el efecto, véase: http://www.jornada.unam.mx/.

Seis días antes, el pasado 6 de enero, RT en español, abundó en el tema, pormenoriza  las similitudes que se dan entre el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial (1914) y el momento actual, las particularidades de entonces y lo que al día de hoy caracteriza la situación internacional: http://actualidad.rt.com/ actualidad/view/116264-situacion-2014-gran-guerra-1914-mcmillan. Es de lo más ilustrativo lo que allí se dice y opina.

No son, por supuesto, solamente aspectos o factores de carácter militar y despliegue de fuerzas lo que hay que considerar y tener en cuenta al momento de examinar los riesgos y peligros que amenazan la paz y la seguridad internacional. Hay otros factores y componentes más. A ellos me referiré en la columna de la semana entrante.

En todo caso, ni el imperio más poderoso de la historia ni sus debilitados e impotentes aliados, ignoran la magnitud de los problemas por los que atraviesan en lo financiero, bancario, económico, político, institucional y social, mundialmente hablando. 

Ante un mundo en tales condiciones, la salida que a los halcones del Pentágono les queda no parece ser otra que el uso de la fuerza lo que, en ningún caso, sería una muestra del poderío y fortaleza del imperio; sería más bien una muestra más de su debilidad y agotamiento, desesperación y aislamiento.