miércoles, 23 de septiembre de 2009

A media semana

La Central de Inteligencia,
algunas Fundaciones y los medios



Previo a darle continuidad al tema que inicié dos semanas atrás, deseo invitar a quienes tienen la paciencia y tolerancia de leerme, a que asistan a la Audiencia Pública programada por la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales del Congreso de la República a realizarse el próximo lunes 28 de los corrientes a las nueve de la mañana y durante la que expondré mis puntos de vista, opinión y posición sobre las propuestas de reforma a la Constitución de Guatemala. La Audiencia se celebrará en el Salón del Pueblo del Palacio Legislativo.

Considero oportuno precisar que desde que se hizo de público conocimiento las propuestas de reforma y la Comisión correspondiente convocó a las Audiencias Públicas, me inscribí a título personal para intervenir en una de ellas. Al respecto no he publicado una sola línea ni he anticipado opinión. He leído lo que se ha publicado en algunos medios sobre tan controvertida cuestión, así como algunas de las intervenciones que ya han sido hechas ante la Comisión.

A efecto de fundamentar mis puntos de vista, opinión y posición, en el trabajo a exponer empiezo por abordar lo referente a los principales rasgos que caracterizan el ordenamiento constitucional guatemalteco de los últimos 64 años, la doctrina en que se sustenta, y la legislación llamada a desarrollarlo y enriquecerlo. Al final de la exposición y, a manera de conclusión general, me permito formular una propuesta para ser considerada y que en su momento se examine la viabilidad de impulsarla. A otras cuestiones más, espero referirme la mañana del lunes durante los 40 minutos de que dispongo.

En cuanto al tema que empecé a abordar sobre la monopolización y control de la información (Diario La Hora, 9 de septiembre de 2009), considero oportuno agregar algo respecto a la infiltración de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en medios de comunicación del extranjero, y los nexos, misiones y encargos asignados por empresas privadas y fundaciones que patrocinan y utilizan, por ejemplo, a la ONG denominada Reporteros Sin Fronteras, RSF.

Para el periodista de Nueva York John Swinton, “en Estados Unidos, actualmente, no existe prensa libre e independiente”. Maxime Vives no sólo transcribe esta opinión apabullante y nada sospechosa de “contaminación marxista”, sino, además, reproduce lo que William Colby (que fue director de la CIA) dice en relación a que la Agencia “controla a todos los que son importantes en los principales medios de comunicación”.

Vives se ha encargado, también, de estudiar el financiamiento que recibe Reporteros Sin Fronteras y las cuentas de las que no informa así como a las empresas y fundaciones privadas que apoyan a esta por demás sospechosa ONG. Entre las “empresas socias de las acciones y campañas de RSF incluye a la Fundación Ford, National Endowment for Democracy (NED), Open Society Institute, y Sigrid Rausing Trust de la que aunque asegura que no se dispone de mucha información, sí se sabe que apoya las actividades de Reporteros Sin Fronteras “para defender la libertad de prensa y hacer que retroceda la censura en el Magreb, Oriente Medio e Irán. No en Colombia o Perú”.

Entre los patrocinadores con que cuenta Reporteros Sin Fronteras, destacan la Fundación Soros, el Center for a free Cuba (CFC), Open Society Institute, Overbrook Foundation, National Endowmet for Democracy (NED), y la ya referida Fundación Ford.

En su trabajo periodístico, Maxime Vives se refiere, a grandes rasgos, a cuatro de estas seis fundaciones, y el papel que cada se ha asignado en sus respectivas áreas de influencia y penetración. De ello me ocuparé en una próxima oportunidad, así como a los medios de comunicación que sucesivamente han ido dejando de ser medios de opinión independientes (si es que alguna vez lo fueron) para pasar a ser medios de comunicación de las grandes empresas que ahora son, y de los intereses de sus dueños y accionistas. Sería absurdo, por supuesto, no considerar las excepciones.

En el caso de México, Noam Chomsky, durante la visita que hizo a la redacción de LaJornada con ocasión del 25 aniversario de este importantísimo rotativo, no titubeó en afirmar que quienes hacen posible su edición, su directora, sus redactores, columnistas y propietarios “han refutado una de mis tesis más importantes: que no puede haber un medio de comunicación independiente: ¡Ustedes, enfatizó, lo han refutado!”

Malhaya se pudiera decir algo parecido de alguno de los matutinos o de los noticiarios de radio o de televisión del país.




RRR \ cgs

miércoles, 16 de septiembre de 2009

A media semana

Íntegro, consecuente, leal
y creadoramente inspirado


El 11 de septiembre parece ser un día en que dolorosamente hay que registrar el fallecimiento de destacados revolucionarios, revolucionarios de verdad, consecuentes, leales, íntegros, ejemplares.

El 11 de septiembre de 1998 fallecía repentinamente el Comandante en Jefe del Ejército Guerrillero de los Pobres, EGP, y miembro de la Comandancia General de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, URNG, compañero Rolando Morán. Hace 36 años, otro 11 de septiembre, en Chile, moría peleando en defensa de su gobierno socialista, el Presidente Salvador Allende.

El pasado sábado 12, el Buró Político del Partido Comunista de Cuba daba a conocer la dolorosa e impactante noticia del fallecimiento del Comandante de la Revolución, Juan Almeida Bosque, acaecida en la víspera, a las 11:30 de la noche.

Son múltiples y sentidas las muestras de pesar y solidaridad fraterna que el pueblo cubano, el gobierno revolucionario, el Partido Comunista, han estado recibiendo de parte de gobiernos, países, partidos, organizaciones, movimientos, personalidades y amigos de Cuba de todo el mundo. E impresionantes y emotivas las manifestaciones de pesar y homenaje que el pueblo cubano, a lo largo y ancho de la Mayor de las Antillas, le ha patentizado a tan insigne, probado e imbatible combatiente revolucionario cubano.

Y no podía ser de otra manera. El Comandante Almeida fue y seguirá siendo uno de los más queridos, respetados y admirados dirigentes de la Revolución Cubana, el Gobierno, el Partido, sus Fuerzas Armadas y el pueblo de Cuba.

El Comandante Almeida siempre estuvo al lado del dirigente histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y del Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz. Durante toda su vida, dio probadas muestras de integridad, consecuencia y lealtad a la Revolución, a su Pueblo, y a su Partido.

Fue, además, un inspirado compositor de más de 300 canciones y autor de una docena de libros de inigualable valor histórico y testimonial. De esto, me enteré el sábado pasado. Que era un inspirado compositor, lo sabía de tiempo atrás.

El Comandante Almeida nació en La Habana el 17 de febrero de 1927, en el seno de un hogar humilde y numeroso. Fue obrero de la construcción. Sus padres le inculcaron acendrados sentimientos patrióticos que mantuvo por siempre. A partir del golpe de Estado de 1952, se incorporó decididamente a la lucha contra la tiranía.

Participó en el Asalto al Cuartel Moncada, estuvo preso en la entonces Isla de Pinos junto a los demás dirigentes y asaltantes que sobrevivieron al frustrado ataque a la segunda fortaleza de Batista. Se exiló en México. Fue parte de los expedicionarios del Granma, como uno de los tres jefes de pelotón, oficial fundador del Ejército Rebelde. El 6 de marzo de 1958 fundó el Tercer Frente Oriental del que fue su indiscutido e imbatible Comandante. El Tercer Frente Oriental Mario Muñoz Monroy llegó a abarcar un territorio de cerca de seis mil kilómetros cuadrados. Fue escenario de importantes combates como el de Puerto Moya, el de Melgarejo, y el de Hongolosongo.

Después del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, se destacó como jefe militar y dirigente político a cargo de importantes y elevadas responsabilidades militares, políticas y de Estado.

En el oriente del país, en el cruce de los Baños, cabecera del municipio Tercer Frente, en plena Sierra Maestra, reposan desde ayer en el Mausoleo dedicado a los héroes y mártires del Frente Mario Muñoz Monroy los restos del Comandante Almeida.

Como muy bien lo dijo Guillermo Alvarado en su comentario leído la mañana del lunes en Radio Habana Cuba, el Comandante Almeida “ocupa, junto a Martí, a Julio Antonio Mella, a José Antonio Echeverría, a Camilo Cienfuegos, a Ernesto Guevara y muchos más, otra trinchera en esta batalla interminable por un mundo mejor.

“Ellos son como aquellas piedras miliares colocadas por los romanos a lo largo de sus carreteras para orientar a los caminantes y evitar que perdieran el rumbo.

“Por su valor, alegría, entrega y fidelidad en este inclaudicable revolucionario se hace completa realidad la sentencia martiana de que la muerte no es verdad, si se cumplió bien la obra de la vida”.

De los tres revolucionarios sucesivamente muertos un 11 de septiembre de 1973, un 11 de septiembre de 1998, y el recién pasado viernes 11, se puede afirmar, como lo dijera Miguel Ángel Asturias refiriéndose a Bolívar, que no mueren, cierran los ojos y se quedan velando.

De esa estirpe es el Comandante Juan Almeida Bosque.



RRR \ cgs

miércoles, 9 de septiembre de 2009

A media semana

La monopolización y control
de la información


El día de ayer hizo 66 años que fue ahorcado en la cárcel de Pankrác el periodista y novelista checo Julius Fucik. Durante la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia fue ocupada por las tropas nazis. Fucik nació el 23 de enero de 1903. Desde niño --se consigna en algunas de las anotaciones biográficas de él con que se cuenta-- mostró especial interés por la literatura y la política. Joven de privilegiada inteligencia que, por su origen obrero, alcanzó a desarrollar altas dotes de dedicación, organización y disciplina.

A los 18 años de edad participó en la fundación del partido de la clase obrera checoslovaca. Después de la ocupación alemana a su país pasó a la clandestinidad convirtiéndose en un destacado organizador de la resistencia patriótica.

Aunque parezca un tanto extenso, no quiero dejar de transcribir parte de lo que Solvisión (sitio de la tv en Guantánamo, Cuba) publicó ayer respecto a Julius Fucik: “Como periodista comprometido con su patria, su ideología y los principios éticos de la profesión, escribió sobre actualidad y teoría incluso después de la censura impuesta en 1938 por el gobierno burgués checoslovaco a las actividades comunistas, tras la anexión de los Sudetes por Alemania, cedidos vergonzosamente por Gran Bretaña y Francia a Hitler en el afán de lanzar a la Wehrmacht sobre la Unión Soviética.

“Ni la propia invasión nazi a Checoslovaquia (marzo de 1939) lo amilanó y siguió publicando y viviendo bajo un seudónimo, a la par que se dedicaba de manera abnegada a organizar la resistencia en Praga. Es en esas circunstancias que es electo miembro del Comité Central del clandestino Partido Comunista.

“Una delación fue la que hizo posible la detención de Julius Fucík, en 1942.

“Durante su cautiverio en la cárcel de Pankrác, en Praga, redactó su obra cimera, el libro “Reportaje al pie de la horca”, el relato de la larga y dolorosa lucha por no claudicar en condiciones horrendas no de un hombre, sino de miles de mujeres y hombres, sintetizados en Fucík, que lo dieron todo por derrotar al fascismo en pos del mundo mejor y posible.

“Con admirable uso de las técnicas de este género periodístico, Fucík describe las aterradoras torturas que él y miles en los países ocupados por la bestia parda recibieron en nombre de la raza superior empeñada en asegurarse el espacio vital para su supervivencia, a partir del sojuzgamiento de otros pueblos”.

A lo anterior hay que agregar que fue un carcelero checo el que le proporcionó al prisionero los medios necesarios para escribir y que, a riesgo de su propia vida, fue sacando y puesto a salvo cada hoja del valioso testimonio y que a la derrota del fascismo, pudo entregarlas a Gusta Fucikova, la compañera del patriota inmolado, y a cuyo cargo estuvo su compilación, para después ser publicada en 1945. A ella la conocimos, Ana María y yo, en el acogedor hotelito del Partido, durante una visita que hicimos a Praga hace ya más de 30 años.

El 25 de agosto de 1943, a los verdugos del tribunal de la Gestapo que en Berlín condenaron a muerte a Julius Fucik, sin amilanarse les dijo: Ustedes leerán ahora su sentencia. La conozco. La muerte al hombre. Pero mi sentencia para ustedes fue dictada ya hace mucho tiempo: la muerte al fascismo y la esclavitud capitalista.

Un año antes de que la vida de Julius Fucik fuera cegada, en 1942, era formulada, por el director de la agencia Associated Press, Kent Cooper, la teoría del free flow según la cual la información ha de estar “en manos de empresas privadas para garantizar la libertad de información frente al control estatal”. Así se dice en un trabajo publicado hace cinco años por Ana Delicado Palacios (aporrea.org, 27 de noviembre de 2004) y en el que se destaca que Estados Unidos, la Unión Europea y Japón controlan el 90 por ciento de la información de todo el planeta y que “de las primeras empresas de información, 144 son de Estados Unidos, 80 de la Unión Europea y 49 de Japón”.

Ello quiere decir y significa la monopolización y control de la información a cargo del gran capital y para beneficio comercial y de los intereses políticos y estratégicos de las grandes potencias. Además, es lo que explica, más no justifica, que se de, como se dice en el referido trabajo, “relieve a lo que interesa destacar, aunque… no corresponda a la realidad”.

Los ideales Julius Fucik continúan vigentes y es en su homenaje que se conmemoró ayer el Día Internacional del Periodista.


RRR / cgs

miércoles, 2 de septiembre de 2009

A media semana

América Latina y el Caribe:
la defensa de nuestra soberanía



San Carlos de Bariloche es la cabecera departamental de Bariloche y pertenece a la provincia de Río Negro, una de las 23 en que administrativamente está organizada la República Argentina. Es una ciudad de destino turístico situada a mil 600 kilómetros de Buenos Aires. Fue allí en donde se acaba de celebrar la Cumbre de la Unión de Naciones de América del Sur, UNASUR, a fin de tratar el tema de las bases militares de Colombia a ser utilizadas y dirigidas por el Pentágono.

Durante la Reunión de Quito, Ecuador, el pasado 10 de agosto, no se incluyó este tema no obstante la solicitud del mandatario venezolano, Hugo Chávez, de que la cuestión fuera tratada de emergencia y de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestara su rechazo a que siete bases militares en territorio colombiano sean utilizadas por militares estadounidenses. Lo que se convino fue reunirse de nuevo en Argentina para tratar el tema. Esta Reunión se celebró el pasado viernes 28 de agosto.

Para el presidente Uribe de Colombia, era suficiente con que en Bariloche las cosas quedaran como en Quito. Sin embargo no fue así, y aunque haya mucho que referir al respecto, tal vez habrá que empezar diciendo que la Reunión de Bariloche pone de manifiesto el cada vez mayor aislamiento internacional y descrédito de la política de guerra e intervención del Pentágono en América Latina y el Caribe, y que gobiernos como el colombiano es de los pocos que le van quedando como aliados incondicionales a sus propósitos expansionistas y de guerra, agresión y provocaciones.

UNASUR reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de 12 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Surinam. Se institucionalizó en la reunión celebrada en Brasilia el 25 de mayo de 2008.

Según el Tratado de Constitución, cuenta con el Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno, el Consejo de Ministros, el Consejo de Delegados incluyendo el de su Consejo de Defensa, y la Secretaría General. El Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno puede reunirse ordinaria y extraordinariamente. Tanto en una como en otra reunión se pueden adoptar declaraciones que en el caso de la de Quito se le denominó Declaración Presidencial, y en la de Bariloche, Declaración Conjunta. La Reunión de Quito fue de carácter ordinario. La de Bariloche, de carácter extraordinario.

Al conjunto de países que constituyen la Unión se le considera como la quinta potencia mundial: su PIB asciende a 973 mil 813 millones de dólares. Abarca una población de 361 millones de habitantes en una superficie de más de 17 millones de kilómetros cuadrados. Sus exportaciones ascienden a 181 mil 856 millones de dólares. Cuenta con el 27 por ciento del agua dulce del mundo y con ocho millones de kilómetros cuadrados de bosques. Está rodeada por el Atlántico y el Pacífico. Es la región que más alimento produce y exporta en el mundo. Su disponibilidad de hidrocarburos está calculada para unos 100 años.

En la Cumbre de Bariloche, aunque si bien es cierto que se llegó al acuerdo de “garantizar que la presencia de fuerzas militares extranjeras no amenacen la seguridad del continente” y se suscribió el compromiso “de fortalecer a la región como una región de paz”, lo que en realidad se esperaba era algo más: la condena expresa a las siete bases militares con que cuenta Colombia en su territorio y que van a ser puestas a disposición y bajo el mando de las tropas estadounidenses.

De Bariloche en adelante es mucho lo que queda por hacer. El asunto de las siete bases en territorio colombiano es parte de un problema mayor y que tiene que ver con la existencia de otras 13 bases militares más que Estados Unidos tiene en Centro América, Sudamérica y el Caribe. Son bases que no sólo rodean y constituyen una amenaza para Venezuela, Ecuador y Bolivia sino para toda América Latina y el Caribe.

Lo de las bases militares estadounidenses en muestro Continente, además, no puede verse al margen de los planes de la seguridad nacional de Estados Unidos. El Plan Colombia, el Plan Mérida y el Plan Puebla-Panamá, son parte de esa estrategia y táctica envolvente e intervencionista, a lo que hay que agregar la reactivación de la IV Flota, y lo que tiene a su cargo el Comando Sur ahora instalado en Miami.

Es todo ello, en su conjunto, lo que constituye la mayor amenaza para la soberanía e independencia de los países al sur del Río Bravo y el peligro principal a combatir por los pueblos y países del Hemisferio Occidental.