lunes, 30 de septiembre de 2013





Sus aportes, su lucha, 
sus valiosas vidas 


La mañana del 26 de septiembre de 1972, a eso de las 9:45 horas, fueron capturados por las fuerzas represivas del gobierno de Arana Osorio, al mando del tercer jefe del cuerpo de detectives de la policía nacional, los compañeros integrantes de la Comisión Política del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT.

Junto a los compañeros Bernardo Alvarado Monzón, Secretario General del CC del PGT; Mario Silva Jonama, secretario del CC; Carlos René Valle y Valle, Carlos Alvarado Jerez, Hugo Barrios Klee y Miguel Ángel Hernández y Hernández, todos miembros, además, del CC, fueron capturadas la compañera Fantina Rodríguez y la trabajadora Natividad Franco Santos

La dirigencia del partido de la clase obrera juega su papel de dirección revolucionaria en la medida en que es capaz de valorar los aciertos logrados en cada momento de la lucha y en su continuidad, así como trabajar tenazmente por afianzarlos, desarrollarlos y consolidarlos. Juega su papel, además, si tiene la capacidad de reconocer a tiempo, crítica y autocríticamente, las fallas y errores en que haya incurrido y adopta las medidas necesarias para corregirlos y no volver a repetirlos.

Es capaz y competente, eficiente y consecuente, si su lucha y acción corresponden a una fundamentación teórica objetiva y científicamente concebida y sus elaboraciones, a su vez, son la base y guía para su lucha y acción revolucionaria y expresión de los intereses de la clase obrera, los campesinos y demás capas y sectores, revolucionarios y progresistas, populares y democráticos de la población. Ha de ser, además, solidariamente internacionalista. Así fue siempre y se condujo la CP del CC del PGT con el compañero Bernardo Alvarado Monzón a la cabeza.

A los compañeros capturados aquella aciaga mañana, corresponde el mérito histórico de ser de los fundadores del Partido de la clase obrera en nuestro país. Su captura y posterior desaparición es uno más de los muchos hechos a calificar de desaparición forzada. La responsabilidad de este crimen, corresponde al Estado guatemalteco, a los gobernantes de entonces y a sus aparatos represivos de seguridad.

Los que ordenaron su asesinato, los que lo cometieron y los que tuvieron a su cargo desaparecerlos, actuaron como lo que han sido siempre: verdugos de los luchadores revolucionarios, de a quienes se niega el derecho a luchar por el bien de los demás, la justicia social, la libertad, la democracia, la independencia y soberanía nacional.

El legado y los aportes de los compañeros capturados y desaparecidos hace 41 años, está en su propia lucha y en los materiales elaborados por la Dirección del Partido a su cargo y cuya relectura y estudio contribuye a una cada vez mejor y objetiva interpretación de lo acontecido en nuestro país y sobre la situación internacional desde las postrimerías de la tiranía ubiquista (1944). Mucho y muy valioso hay escrito sobre los años 20 del siglo pasado y elaboraciones colectivas y aportes personales sobre lo que ha estado ocurriendo a partir de 1972.

En la situación y condiciones actuales de nuestro país y la tensa y peligrosa situación internacional, el mejor homenaje a la causa encabezada por los compañeros Alvarado Monzón, Silva Jonama, Valle y Valle, Alvarado Jerez, Barrios Klee y Hernández y Hernández, es actualizar sus ideas, persistir en la acción y en la lucha por la otra Guatemala posible y necesaria, en un mundo distinto y mejor.

domingo, 22 de septiembre de 2013

A media semana



En homenaje al
Presidente Arbenz


Con ocasión del centenario del nacimiento del Presidente Jacobo Arbenz Guzmán, en distintos lugares del país y con diferentes motivaciones y objetivos, han estado teniendo lugar importantes actividades culturales, científicas y artísticas en homenaje al Segundo Gobernante de la Primavera Democrática en Guatemala.

Esta conmemoración tiene particular significación, en tanto que podría marcar un antes y un después en la búsqueda y encuentro de una interpretación y explicación a lo que para nuestro país representa la figura, el pensamiento, la labor y las elevadas responsabilidades que llegó a tener el Soldado del Pueblo.

Un esfuerzo de tal magnitud requiere de rigurosidad científica y metodológica y una auscultación a fondo a fin de desentrañar, esclarecer, interpretar y explicar, en su contexto, situación y condiciones de entonces, lo que se logró para el país a partir del 20 de octubre de 1944 y lo que ha significado su interrupción violenta a raíz de la intervención norteamericana en junio de 1954.

Tengo en cuenta que es mucho lo que se ha escrito acerca de la Revolución de Octubre de 1944, sus aciertos y los errores en que se pudo haber incurrido. Lo que procede es avocarse a una relectura crítica y autocrítica. Ello puede servir de base y fundamento para la articulación de la alternativa unitaria, democrática, popular y progresista, y la formulación de la plataforma programática de lucha por nuestra plena independencia y la salvación del país. El momento es propicio.

Como parte de tan significativa conmemoración, este sábado 14, en reunión de la Asociación para el Desarrollo Económico Social de Guatemala (ADESDEG), en formación, se presentó y puso en circulación el Número 1 de los Cuadernos para el Estudio de la Historia y cuyo contenido constituye un homenaje más a quien gobernara a nuestro país durante tres años, tres meses y doce días.

El primer cuaderno constituye una contribución a estos homenajes. Marca, además, el comienzo de una serie de publicaciones dedicadas al Presidente Arbenz Guzmán y a la Revolución de Octubre de 1944.

En este primer cuaderno se reproducen dos textos: el primero, corresponde al trabajo elaborado por el Ingeniero Amadeo García Zepeda. Es el testimonio de quien conoció y estuvo muy cerca del Presidente Arbenz. En el segundo, se transcriben tres de las seis partes del ensayo del Doctor Carlos González Orellana y en las que tan destacado pedagogo guatemalteco da a conocer el entorno político en que transcurrió la vida del Coronel Arbenz.

Ambos trabajos fueron dados a conocer por el Centro de Estudios Urbanos y Regionales de la USAC, hace cinco años. Por su vigencia y actualidad, ADESDEG ha decidido reproducirlos y ponerlos a disposición de quienes estén interesados en conocerlos.

Después de esta primera publicación, la Asociación tiene proyectado editar tres cuadernos más. En uno de ellos se incluirá un análisis y opinión acerca de las disposiciones emitidas por la Junta Revolucionaria de Gobierno del 20 de Octubre de 1944 al 15 de marzo de 1945 y un estudio y comentarios al Diario de Sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente que tuvo a su cargo la elaboración y emisión de la Constitución de la República de Guatemala de 1945.

En otro de los cuadernos a publicar, se reproducirá la entrevista que el Presidente Arbenz Guzmán le concedió en México a Raúl Roa, entonces periodista de la revista Bohemia y que con el título Tiene la palabra Jacobo Arbenz se publicó en La Habana en noviembre de 1954.

El Cuaderno número 1, puede solicitarse a adesdeg@gmail.com

martes, 17 de septiembre de 2013

A media semana



¿Podrá prevalecer la sensatez?

Quien piense que la amenaza bélica contra Siria la inició Washington a partir de lo sucedido el 21 de agosto en un barrio de Estambul, está desinformado. Nazanin Armanian, se refiere a lo urdido y llevado a cabo por el Pentágono antes de aquél día.

En su artículo incluido ayer en Rebelión, asegura que los planes de Estados Unidos y sus socios contra Siria estaban en marcha meses antes de la matanza de Ghuta. El 24 de marzo se supo que el Pentágono “tenía preparado el uso de tropas en Siria y realizar una serie de bombardeos aéreos sobre el país”.

Dos meses después, el 16 de mayo, tuvieron lugar ejercicios navales sin precedentes en el Golfo Pérsico en el que participaron 41 países jefeados por Estados Unidos. A la semana siguiente, los senadores estadounidenses aprobaron una resolución de apoyo a un probable ataque de Israel contra Irán.

El 15 de junio, 8 mil soldados de 19 países realizaron maniobras en la frontera jordano-siria en que se utilizaron misiles Patriot y aviones de combate F-16. A esa operación se le denominó “Eager Lion” (“León impaciente”). Llama la atención que Lion en árabe significa Asad y Asad es el apellido del Presidente Sirio.

Después del 21 de agosto se hizo pública la amenaza de una agresión estadounidense a Siria poniéndose al mundo al borde de una guerra de exterminio al igual que han sido las de ocupación a Irak y a Afganistán, para no citar sino sólo a dos de los otros pueblos y países que han sido víctimas del intervencionismo de la Casa Blanca. En ese marco cabe situar la amenaza y peligro que se cierne sobre Siria, su pueblo y su gobierno.

Conforme se han ido desenvolviendo los acontecimientos es posible constatar lo que, por un lado, significa la precipitación del Presidente Obama al anunciar la inminente guerra de agresión a Siria sin tener las pruebas suficientes para “justificarla” y, por el otro, la forma como ha tenido que ir modulando su argumento de fuerza lo que, en nada, disminuye la amenaza y peligro de semejante insensatez.

Para el 30 de agosto, todo indicaba que de la amenaza se pasaría a la acción y que luego de la reunión del G-20 en San Petersburgo, el denominado ataque limitado a tres días se desencadenaría.

A la fecha, las cosas no parecen estar así. Rusia está tratando de encontrarle un arreglo político a la amenaza. En esa dirección, la propuesta rusa consiste en someter a control internacional las armas químicas que se dice posee Siria y posteriormente destruirlas. El gobierno sirio ha aceptado esta propuesta. En principio hay que ver la aceptación de Siria como una muestra de buena voluntad y cordura.

Quien no lo ve así es el secretario estadounidense de Estado. El señor John Kerry no sólo dice desconfiar de la voluntad y disposición siria sino que insiste en que sólo el uso de la fuerza puede hacer que Siria deje de ser una amenaza para Estados Unidos y sus aliados. Francia, por su parte, amenaza con que si Siria no pone sus armas químicas bajo control internacional y las destruye, se atenga a “graves consecuencias”.

Al Presidente Obama corresponde comprometerse a encontrarle una salida política, diplomática, al conflicto con Siria. Siria ha mostrado voluntad y disposición de lograrlo. Persistir en las advertencias y amenazas a lo Kerry y París, aumenta la tensión y tirantez. Y, de ser así, cabe presupuestar que la insensatez prevalezca una vez más.

viernes, 6 de septiembre de 2013

A media semana



Atajar el ataque a Siria


En Siria no sólo está en juego la paz y seguridad de la región. Está en juego la paz y la seguridad mundial. De ahí que una de las tareas prioritarias en el momento actual sea salirle al paso y detener el ataque que la Casa Blanca está urdiendo con el pretexto de “castigar” a un Gobernante al que no se le ha comprobado que sea responsable del uso de armas químicas contra la población civil de los suburbios de Damasco el pasado 21 de agosto y contra quienes se han “alzado” para derrocarlo.

Ya lo dije la semana pasada. Esta podría ser una mentira más a la que los gobernantes estadounidenses suelen acudir a fin de demostrar su poderío militar, continuar considerándose el gendarme mundial y derribar a cualquier mandatario que se oponga a sus propósitos expansionistas. La sensatez no prevalece en Washington. Esta vez, podría ser que al Presidente Barack Obama las cosas la salieran peor que como le salieron a su antecesor, el señor George W. Bush, en su aventura militar en Irak.

En efecto. El Presidente Obama parece estar en un callejón sin salida. Su precipitación al anunciar una agresión a Siria sin contar con la autorización de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ni el apoyo del Reino Unido y Alemania, lo obligó a anunciar su decisión de someter a consideración del Congreso estadounidense que apruebe o no esta nueva aventura bélica imperial.

Así como puede suceder que el Congreso la apruebe, no hay que descartar que no esté de acuerdo. De aprobarla, las dificultades serán aún mayores para la Fuerza Armada más poderosas y sofisticada en el momento actual, para el pueblo de Estados Unidos, para los pueblos árabes, para Francia e Israel y, por supuesto, para el pueblo sirio y el mundo entero.

De los gobernantes estadounidenses nada bueno se puede esperar cuando “aseguran” que peligra su seguridad nacional. En este momento, el foco de tensión y tirantez más grave y peligroso se traslada a Siria. Al gobierno de Bashar al Assad no se le ha comprobado el uso de armas químicas como tampoco está comprobado que sean los “alzados” a quienes se atribuye que “por accidente” hayan ocasionado la matanza del 21 de agosto. En ese escenario de lo no comprobado, está en marcha el anunciado ataque a Siria.

Si usted, estimado lector, quisiera estar más informado, le recomendaría que consultara lo publicado en LaJornada el 29 de agosto. Allí se enumeran “las principales intervenciones militares extranjeras recientes sin mandato de la ONU, o cuyo mandato fue cuestionado”.  El día de ayer, en este rotativo mexicano, Robert Fisk da su opinión acerca de por qué “nadie en el Medio Oriente toma en serio a EU”. Es de obligada consulta, además, el trabajo publicado el lunes en Rebelión y en el que Nazanim Armanian enumera “los 12 propósitos reales del ataque” a Siria y “las 8 consecuencias de la agresión militar de EE. UU. y sus socios”.

Ante tan grave y peligrosa amenaza, quien guarda silencio es cómplice de semejante atrocidad y quienes la apoyan, avalan un proceder condenable e indignante. El gobierno guatemalteco, es uno de ellos. 

Sensatamente, el 48 por ciento de estadounidenses se opone a esta aventura y en los demás países del mundo se condena y rechaza. Convencido que corresponde a un deber internacionalista en salvaguarda de la paz, la seguridad internacional y la sobrevivencia de la Humanidad, me adhiero a este amplio y generalizado rechazo y condena mundial.