De lo publicado en
La Jornada en estos días
Como parte de mis ocupaciones diarias, me he hecho cargo de la elaboración y edición del Servicio de Monitoreo y Transcripciones (SMT) con el propósito de enviarlo a las direcciones electrónicas de que dispongo. Día a día incluyo lo más destacado de lo que publican algunos medios escritos del país y lo que logro bajar de varias de las publicaciones on line del extranjero. Es una contribución que pretende que quienes lo reciben, no estén tan desinformados, en particular, de lo que acontece en lo internacional.
Por razones personales, y más que todo familiares, decidí que febrero fuera como mi mes sabático. Mi correo electrónico no lo he abierto. Tampoco he utilizado el buscador Google, lo cual no quiere decir que esté desconectado del todo y no esté al día de lo que está pasando en nuestro país y, menos, en otras partes del mundo. Tal vez sea por eso que valoro y aprecio que manos amigas me hayan hecho llegar un paquete cuyo contenido es de lo más valioso, útil e importante. En todo caso, a partir de mañana, activo mi correo y continuaré con el envío diario del SMT.
Tan valioso paquete contiene varios ejemplares de la edición impresa de La Jornada de este mes que hoy termina y dos números de la revista Proceso correspondientes al 12 y 17 de febrero. De lo que ya estaba informado y enterado se amplía y enriquece con las publicaciones de que ahora dispongo y de las cuales espero poder destacar lo que más me ha interesado. De las elecciones del 1 de julio en México me ocuparé más adelante, a fin de darle seguimiento a lo que empecé a abordar en mi columna del pasado 15 de febrero.
A lo deportivo es poca, muy poca la atención que le presto, en especial tratándose del deporte guatemalteco. Sin embargo, dos noticias relacionadas con el futbol me llaman la atención y por las repercusiones e importancia que tienen, me refiero a ellas.
El miércoles 1 de febrero, en un estadio de futbol de la capital egipcia, murieron 74 personas, lo cual ha sido considerado como el “mayor desastre deportivo en la historia del país”. Se responsabiliza al gobierno egipcio de esta matanza en vista de que las autoridades nada hicieron “para impedir el choque de hinchadas rivales”. A raíz de ello, “Egipto se precipitó en una nueva crisis la noche de este jueves (2 de febrero), cuando fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno a los manifestantes que volvieron a las calles de El Cairo” en protesta por los hechos sangrientos del día anterior. En esta ocasión, murieron dos personas y 600 quedaron heridas. Con el retorno de las revueltas callejeras, según La Jornada, “Egipto se encamina a otra crisis”. (México, 3 de febrero de 2012).
Y si algo cobra igual importancia y tiene una connotación muy grave no sólo en lo deportivo sino, además, en lo político, es lo sucedido durante el Campeonato Mundial de futbol de 1978 en Argentina.
En el Mundial de futbol de 1978, el gobernante de facto de la Argentina, Jorge Videla (1976 – 1981) y el dictador peruano Francisco Morales Bermúdez (1975 – 1980) negociaron el 6 a 0 con el que Argentina le ganó a Perú a cambio del envío a Argentina de 13 militantes peruanos presos y que, “una vez trasladados de Perú a Argentina… serían arrojados desde el avión hacia al Río de la Plata para que no quedara ‘resto alguno” de ellos.
Según lo afirmó ante la justicia peruana el ex senador Genaro Ledesma Izquierdo, uno de los 13 militantes que aún viven, semejante hecho no se consumó gracias a que pudieron huir a Francia. “Videla necesitaba ese triunfo para limpiar la mala imagen de la Argentina en el mundo”, asegura Ledesma Izquierdo.
El partido entre Argentina y Perú se jugó el 21 de marzo de 1978. Con el 6 a 0 convenido, Argentina pasó a la final y cuatro días después, el 25 de marzo, venció a Holanda 3 a 1 y se consagró campeón mundial.
Lo convenido y la operación a realizar formó parte del Plan Cóndor que como se sabe fue una “operación clandestina internacional que instrumentó el asesinato y la desaparición de miles de personas opositoras a las dictaduras de Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay”. Antes de conocerse el arreglo entre los dos dictadores militares, no se involucraba al gobierno de facto de Perú como parte del Plan Cóndor. (La Jornada, México 7 de febrero de 2012).
Convencido como estoy que la noticia no deja de ser noticia si no se publica un día después de que ha sucedido lo que hay que informar, opto por traer a cuenta lo anterior en tanto son hechos de permanente actualidad y que es necesario darle seguimiento y continuidad.
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