miércoles, 18 de febrero de 2009

A media semana

Por su magnitud,
imposible de medirla


En lo que va del año han tenido lugar en nuestro continente dos referendos de trascendencia histórica. El 25 de enero, en Bolivia, una abrumadora mayoría ciudadana aprobó la nueva Constitución del Estado boliviano. El domingo el pueblo venezolano, igualmente mediante referéndum, aprobó por mayoría la enmienda de cinco artículos de la Constitución Bolivariana mediante la que se institucionaliza la posibilidad de que los cargos de elección popular se puedan postular de manera continua, para luego ser sometidos a votación.

La nueva Constitución del Estado boliviano cuenta con el respaldo del 61.43 por ciento de los votos válidos. De acuerdo al cómputo final, dos millones 64 mil 397 ciudadanos se pronunciaron a favor del texto constitucional. Un millón 296 mil 175 votantes se pronunciaron en contra, o sea el 38.57 por ciento de los votos válidos. Del total de la votación, 151 mil 109 boletas fueron anuladas. La concurrencia a las urnas sobrepasó el 90 por ciento de los inscritos en el padrón electoral, lo que constituye un porcentaje sin precedentes en la historia republicana de la hermana nación andina.

En el caso del referéndum en la República Bolivariana de Venezuela, es oportuno centrar la atención en algunos de los más importantes aspectos sobre los que aquí, en nuestro medio, o no se informó o se informó sesgada y tendenciosamente, como sesgadas y tendenciosas fueron muchas de las opiniones que se expresaron y siguen expresándose. Además, procede referir lo que de sus resultados se deriva en lo inmediato y en el mediano y largo plazo.

En cuanto a lo que no se informó o se informó sesgada y tendenciosamente, dos son los aspectos a destacar. El primero tiene que ver con lo de la reelección indefinida en una democracia representativa, a la occidental; y, el segundo, con el alcance y significado real de la enmienda constitucional aprobada en el marco de una democracia funcional, participativa y protagónica como está definida en el texto constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.

El escritor y activista social Vicent Boix, en un trabajo publicado recientemente, sostiene que la postulación continua a la reelección es un hecho normal y cotidiano tanto en Estados Unidos como en Europa. “En ciertos países, asegura, se critican duramente hechos que en otros son habituales”. En su estudio investiga el curriculum político de los actuales senadores norteamericanos y diputados españoles con 12 años o más ocupando diferentes puestos políticos influyentes.

De los actuales 100 senadores estadounidenses, 78 llevan 12 o más años en puestos públicos. “A nivel del estado español, agrega Boix, se observó que 132 diputados actuales (38 por ciento) llevan 12 años o más en cargos políticos”.

Boix se refiere, además, a la carrera política de tres que considera como los “galardonados” por su perpetuidad. Ellos son el senador por West Virginia, el estadounidense Robert Byrd, que de 1952 a 1958 fue congresista en la Cámara de Representantes, y de 1959 a la fecha, ocupa el cargo de senador lo que le permite “subsistir en el ruedo político después de 55 años perpetuado en el poder”. Del señor Byrd se sabe que “anteriormente perteneció al Ku Klux Klan. Sus diatribas racistas, sostiene Boix, pueden encontrarse fácilmente en internet”.

“El galardón al perpetuado feliz” corresponde a Don Juan Carlos de Borbón, que ha permanecido perpetuado en la jefatura del Estado español durante 33 años, “sin enfrentar unas elecciones generales democráticas. El dictador Franco lo designó su sucesor”.

Según Boix “el máximo reconocimiento en el mundo de la perpetuación política” lo ostenta Manuel Fraga Iribarne. Y no es por sus años perpetuado en el poder, sino por la gran variedad de cargos políticos ostentados y, sobre todo, por “su habilidad camaleónica para adaptarse a las circunstancias políticas en el estado español”. Fraga Iribarne, de sus 85 años, ha estado 42 perpetuado en el poder.

Boix concluye asegurando que “hay que ser muy cínico para acusar a Hugo Chávez de perpetuarse en el poder”. (Vicent Boix: Hablemos de perpetuidad, en TeleSur, 14 de febrero de 2009).

En suma, los resultados del referéndum del domingo en Venezuela (54.85 por ciento a favor del “sí” y 45.14 por el “no”) avalan la enmienda constitucional consultada y mediante ella se posibilita (léase bien: posibilita) la postulación de manera continua de todos los cargos de elección para que luego las candidaturas sean sometidas a votación. Se institucionaliza así, a través del voto, la continuidad institucional de la revolución y el socialismo en la Patria del Libertador Simón Bolívar.

El Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, compañero Fidel Castro Ruz, al saludar esos resultados y felicitar al pueblo venezolano, en mensaje dirigido al Presidente Chávez, afirma que esa victoria, “por su magnitud, es imposible medirla”.

La semana entrante me referiré a cuatro de los principales componentes que configuran la nueva situación que en lo institucional, político, económico, social e internacional se crea en Venezuela a partir del 15 de febrero de 2009.

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