jueves, 22 de mayo de 2014

A media semana



1958 ‒ 1963: el gobierno de

Ydígoras Fuentes


La sucesión presidencial y la gestión de gobernantes anticomunistas a partir de la intervención norteamericana, es un proceso que se inicia con el arribo al poder de los liberacionistas y continúa con la designación como presidente del general Miguel Ydígoras Fuentes y su corrupta administración.

Ydígoras Fuentes fue un militar de carrera que trabajó y estuvo al servicio del dictador Ubico. Antes de su designación como gobernante, participó en dos elecciones. La primera, en 1950. Fue derrotado por el coronel Jacobo Árbenz Guzmán. En la segunda, en octubre de 1957, con el apoyo del partido Reconciliación Democrática Nacional (Redención), perdió ante el candidato oficialista, licenciado Miguel Ortiz Pasarelli.

Las manifestaciones de los en bicicleta que encabezó  en la capital como protesta ante el fraude que denunció haberse cometió en su contra, provocaron la caída del presidente interino, licenciado Luis Arturo González (26 de julio de 1957‒24 de octubre de 1957) y la instalación de una junta militar que, al tercer día de estar en el poder, fue derrocada y sustituida por el coronel Guillermo Flores Avendaño, que gobernó hasta el 2 de marzo de 1958.

En enero, tienen lugar “nuevas elecciones” durante las que Ydígoras Fuentes no logra la mayoría de votos. El Congreso de la República lo designa presidente para un mandato que debió terminar en 1964. El cuartelazo de su ministro de la Defensa, coronel Enrique Peralta Azurdia, lo destituyó la madrugada del 1 de abril de 1963.

El gobierno ydigorista fue un gobierno corrupto: permitió el enriquecimiento desmedido de los allegados y familiares cercanos del presidente. El caso más sonado fue el entonces millonario negocio de las corcholatas (tapitas) para octavos de licor. Además de corrupto, el ydigorismo propició un clima de tensión y tirantez en Centro América y el Caribe. Suspendió las relaciones diplomáticas con el gobierno revolucionario de Cuba.



En 1960, a pedido de Eisenhower, Ydígoras Fuentes autorizó la instalación en la finca Helvetia, Retalhuleu, de una base de entrenamiento de contra revolucionarios cubanos que, financiados y organizados por la CIA, intentaron invadir Cuba por Playa Girón, el 17 de abril de 1961. La invasión mercenaria fracasó: constituye la primera gran derrota militar del imperio en América Latina y un duro revés para el presidente Kennedy.

El ametrallamiento de embarcaciones de camaroneros mexicanos en aguas territoriales guatemaltecas, tensó las relaciones con el gobierno de nuestro vecino país. En otra inopinada e impropia actitud de un gobernante, traspasó la frontera con Belice y desde allí “proclamó” aquél territorio como territorio guatemalteco. Las relaciones con el Reino Unido y el pueblo beliceño, se deterioraron.

Además de lo anterior, vale la pena preguntarse: ¿qué significó para el país el ofrecimiento ydigorista de gobernar con mano de acero inoxidable y su obra y gestión pública?, ¿qué connotación llegó a tener la reconciliación nacional entonces propuesta y la que tiene la que se plantea ahora?, ¿qué hubo detrás del incendio del neuropsiquiátrico en 1960, atribuido al ydigorismo, donde murieron incinerados cientos de pacientes allí hacinados, amarrados y entre rejas?

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