1958 ‒ 1963: el gobierno de
Ydígoras Fuentes
La sucesión presidencial y la gestión de gobernantes
anticomunistas a partir de la intervención norteamericana, es un proceso que se
inicia con el arribo al poder de los liberacionistas y continúa con la
designación como presidente del general Miguel Ydígoras Fuentes y su corrupta
administración.
Ydígoras Fuentes fue un
militar de carrera que trabajó y estuvo al servicio del dictador Ubico. Antes
de su designación como gobernante, participó en dos elecciones. La primera, en
1950. Fue derrotado por el coronel Jacobo Árbenz Guzmán. En la segunda, en
octubre de 1957, con el apoyo del partido Reconciliación Democrática Nacional
(Redención), perdió ante el candidato oficialista, licenciado Miguel Ortiz
Pasarelli.
Las manifestaciones de los en bicicleta que encabezó en la capital como protesta ante el fraude
que denunció haberse cometió en su contra, provocaron la caída del presidente
interino, licenciado Luis Arturo González (26 de julio de 1957‒24 de octubre de
1957) y la instalación de una junta militar que, al tercer día de estar en el
poder, fue derrocada y sustituida por el coronel Guillermo Flores Avendaño, que
gobernó hasta el 2 de marzo de 1958.
En enero, tienen lugar
“nuevas elecciones” durante las que Ydígoras Fuentes no logra la mayoría de
votos. El Congreso de la República lo designa presidente para un mandato que
debió terminar en 1964. El cuartelazo de su ministro de la Defensa, coronel
Enrique Peralta Azurdia, lo destituyó la madrugada del 1 de abril de 1963.
El gobierno ydigorista fue
un gobierno corrupto: permitió el enriquecimiento desmedido de los allegados y
familiares cercanos del presidente. El caso más sonado fue el entonces
millonario negocio de las corcholatas (tapitas)
para octavos de licor. Además de corrupto, el ydigorismo propició un clima de
tensión y tirantez en Centro América y el Caribe. Suspendió las relaciones diplomáticas
con el gobierno revolucionario de Cuba.
En 1960, a pedido de Eisenhower, Ydígoras Fuentes autorizó la instalación en la finca
Helvetia, Retalhuleu, de una base de entrenamiento de contra revolucionarios
cubanos que, financiados y organizados por la CIA, intentaron invadir Cuba por
Playa Girón, el 17 de abril de 1961. La invasión mercenaria fracasó: constituye
la primera gran derrota militar del imperio en América Latina y un duro revés
para el presidente Kennedy.
El ametrallamiento de
embarcaciones de camaroneros mexicanos en aguas territoriales guatemaltecas,
tensó las relaciones con el gobierno de nuestro vecino país. En otra inopinada
e impropia actitud de un gobernante, traspasó la frontera con Belice y desde
allí “proclamó” aquél territorio como territorio guatemalteco. Las relaciones
con el Reino Unido y el pueblo beliceño, se deterioraron.
Además de lo anterior, vale
la pena preguntarse: ¿qué significó para el país el ofrecimiento ydigorista de
gobernar con mano de acero inoxidable y su obra y gestión pública?, ¿qué
connotación llegó a tener la reconciliación nacional entonces propuesta y la
que tiene la que se plantea ahora?, ¿qué hubo detrás del incendio del
neuropsiquiátrico en 1960, atribuido al ydigorismo, donde murieron incinerados
cientos de pacientes allí hacinados, amarrados y entre rejas?
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