Aportes que enriquecen
la historia
Es mucha la importancia que este año tiene la
conmemoración del 60 Aniversario del asalto al regimiento del Moncada en
Santiago de Cuba y del cuartel Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo. La hazaña
protagonizada por la Generación del Centenario, con el entonces joven abogado
Fidel Castro Ruz a la cabeza, es la continuación de la lucha del pueblo cubano
por su independencia; marca un antes y un después en la lucha de los demás
pueblos del mundo.
Los aportes que se han dado
a conocer en estos días, permiten disponer de aspectos hasta ahora no conocidos
de la lucha revolucionaria del pueblo cubano; enriquecen su historia.
Del periodista e historiador
cubano Mario Mencía, se publicaron en Granma,
el 22 y 23 de julio, dos partes del
libro El Grito del Moncada en las que
da a conocer lo hecho y actuado durante los dos días previos al ataque
convenido para el 26 de julio de 1953. Con rigurosidad descriptiva refiere la
disciplina y medidas de seguridad observadas por las células organizadas para
la acción, el número e integrantes de cada una de ellas.
Con lo descrito por Mencía,
se dispone ahora de detalles y pormenores acerca del número de células
organizadas, los nombres de quienes las formaban, sus lugares de procedencia,
las labores a que se dedicaban, las dificultades y tropiezos encontrados y
superados exitosamente a partir de su salida de La Habana, los vehículos y
medios de transporte en que hicieron el trayecto, el equipo de que se disponía.
Ninguno conocía el objetivo para el cual habían decidido participar. Se dan a
conocer, además, los nombres de quienes estuvieron a cargo de cada célula, sus
tareas y responsabilidades.
Puede decirse que se dispone
de una rigurosa sistematización de la experiencia y práctica revolucionaria
planificada y puesta en marcha con la meticulosidad y precisión que requiere la
lucha en la clandestinidad y, además, tratándose de una acción dirigida a
golpear el principal bastión militar del régimen. El desenlace, costos y
atrocidades cometidas por la soldadesca batistiana y lo que habría de empezar a
partir de aquél domingo 26 de julio, está consignado en otros valiosos documentos.
Por su parte, el dirigente
histórico de la Revolución Cubana, Comandante Fidel Castro Ruz, en He vivido para luchar (carta del 26 de
julio de 2013, dirigida a
los Jefes y Vicejefes de las delegaciones que estuvieron en Cuba con motivo de
este 60 aniversario), escribe:
“la experiencia posterior nos enseñó que habría sido más seguro comenzar la
lucha por las montañas, algo que planteábamos hacer si tomada la fortaleza del
Moncada, no podíamos resistir la contraofensiva militar de la tiranía con las
armas que ocupáramos en Santiago de Cuba, más que suficientes para vencer en
aquella contienda y mucho más rápidamente que el tiempo invertido después. (Juventud Rebelde, 28 de julio de 2013).
En su relato de lo
acontecido a partir de los hechos que se consumaron el 26 de julio y antes del
amanecer del lunes 27, destaca lo de su captura junto a los pocos asaltantes
que lo acompañaban y el papel jugado por el teniente que dirigía la patrulla de
la tiranía, Pedro Sarría Tartabull, el militar “que al salvar a Fidel, salvó a
la Revolución”. (Granma, 26 de julio
de 2013).
Un busto alegórico, develado
en una plaza interior del antiguo cuartel Moncada este 25 de julio, es el
merecido homenaje al comportamiento de un hombre de la talla del teniente
Sarría. (Continuará).