Coincidencias posibles,
necesarias, alcanzables
Tres de mis columnas más recientes --salvo la de la
semana pasada-- las terminé refiriéndome a la hora en que en el valle de
nuestra ciudad capital, a media semana, salió el sol y la hora en que se
pondría. Hubo quienes, con no disimulada curiosidad y la mejor de las
intenciones, me preguntaron si no estaba enviando algún mensaje cifrado o si lo
hacía sin darme cuenta del desperdicio de espacio de que dispongo en el Diario La
Hora.
Ni lo uno ni lo otro, respondí. Se trata de que, desde
hace algún tiempo, le vengo poniendo atención a eso que se da diariamente y
permite ir midiendo cómo los días se alargan y las noches se acortan (o a la inversa). Un seguimiento así permite, a su vez, establecer la fecha del
día más largo del año y la fecha de la noche más corta como, también, la fecha
en que se da la noche más larga y la fecha del día más corto. Y, como no hay en
ello ningún mensaje cifrado ni una manera de desperdiciar el espacio, lo continuaré
haciendo como parte de mi colaboración semanal a este vespertino.
Dicho lo anterior, deseo referirme hoy a un tema que
me parece importante en este momento y que tiene que ver con lo que en general
se publica y opina en los medios de difusión y caracteriza a lo que se
conversa, platica y charla y en los más distintos lugares y momentos. Me
refiero a las especulaciones, las
conjeturas y las suposiciones.
Visto a la ligera, podría parecer que nada hay de
común entre lo uno y lo otro, salvo cuando se trata de opinar o hablar sobre lo
que está ocurriendo en un momento dado y en una situación y condiciones muy
concretas o de prever lo que podría suceder en el corto, mediano y largo plazo.
La especulación es la manera de proceder de quien solamente
teoriza y no practica lo que plantea. Conjetura el que vaticina y opina acerca
del futuro, basándose en probabilidades imaginarias. A su vez, incurre en
suposiciones quien da por existente o real algo que no existe ni es real, es
falso o le da un significado y connotación que no tiene y que confunde.
En esa avalancha y tan cargado ambiente de
especulaciones, conjeturas y suposiciones y de la situación y condiciones en
que está nuestro país, la élite oligárquica y patronal y su derecha más
reaccionaria y recalcitrante, se lanza a la ofensiva y mediante los aparatos
del Estado reprime y criminaliza la protesta social y popular, trata de
atemorizar y amedrentar a la población y, en medio de su cada vez mayor
debilitamiento, aislamiento y desconfianza de la comunidad internacional,
recurre al uso de la fuerza para acallar el cada vez más generalizado
descontento e indignación y salirle al paso a la lucha por el rescate de
nuestra soberanía e independencia, la defensa de los recursos no renovables del
país, la conservación del medio ambiente, contra la minería a cielo abierto y
el monocultivismo.
En ese marco y de acuerdo a la situación y condiciones
del país y su entorno internacional, la alternativa social y popular pasa,
necesariamente, por la búsqueda y concertación de la unidad progresista,
popular y social, incluyente, participativa y democrática, el más amplio,
franco, abierto y respetuoso intercambio de ideas, opiniones y posiciones de
las fuerzas y sectores a acercar, con los que es posible y necesario coincidir
en lo fundamental y, de común acuerdo, caracterizar e identificar lo que en
realidad está aconteciendo en el país, trazar la ruta a seguir a fin de
unitariamente luchar a favor de los cambios que en Guatemala son necesarios e
impostergables, posibles y viables de alcanzar, con base en los Acuerdos y
compromisos de Paz firmados el 29 de diciembre de 1996 y lo válido y vigente de
la Revolución de Octubre de 1944.
En el marco de tanta
especulación, conjeturas y suposiciones y la desafiante búsqueda de
coincidencias posibles, necesarias y alcanzables, el día de hoy, un día después
del día de la luz y el nuevo amanecer, en el valle de nuestra ciudad capital,
el sol salió a las 05:43 y se pondrá a las 18:18.
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