jueves, 12 de abril de 2012

A media semana

El asesinato de estudiantes
el 12 de abril de 1962


Cerca del medio día del 12 de abril de 1962, en la décima calle, entre novena y décima avenidas de la zona 1 capitalina, fue asesinado por agentes de la policía judicial, un estudiante de Derecho de la USAC. A eso de las seis de la tarde, una patrulla del ejército al mando del oficial Mendizábal, masacró a cuatro más en el frontispicio de dicha casa de estudios. Ese mismo día, agentes de la Policía Nacional asesinaron al estudiante de secundaria Felipe Gutiérrez Lacán.

Tres de los nombres de los asesinados, se perpetúan en una placa de bronce a la entrada de lo que ahora es el MUSAC. Ellos son: César Armando Funes, Noel López Toledo y Jorge Gálvez Galindo.

Las Jornadas de Marzo y Abril de 1962, son la continuación de la lucha de resistencia al castilloarmismo y sus sucesores y cuyo punto más alto de auge lo constituye la multitudinaria manifestación del 25 de junio de 1956 y durante la que fueron asesinados varios estudiantes de la Universidad de San Carlos y heridos muchos más. Fue asesinado, además, un destacado joven dirigente sindical.

Entre 1954 y 1962, el estudiantado universitario guatemalteco no cejó en su lucha contra los abusos, atropellos, crímenes, represión, torturas y desmanes del liberacionismo gobernante y el corrupto y entreguista régimen de Ydígoras Fuentes.
El Primer y Segundo Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios son dos de los más importantes jalones de esa lucha. Durante ambos eventos, se sentaron las bases de la más amplia unidad estudiantil y popular en defensa de la Autonomía Universitaria, contra la corrupción y el entreguismo gubernamental, y la injerencia del gobierno de Estados Unidos en los asuntos internos del país.

Las Jornadas de Marzo y Abril de 1962 constituyen una de las páginas más gloriosas de la historia de nuestro pueblo y marcan la apertura hacia formas superiores de lucha política y antigubernamental, contra la reacción anticomunista, los terratenientes y los intereses de las compañías extranjeras y el imperialismo estadounidense.

Luego de hacer el balance del papel jugado por la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT), y haber examinado los aspectos positivos y negativos de los acontecimientos que encabezados por la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), se desencadenaron a raíz del intento de fraude electoral que trató de consumar el gobierno ydigorista a finales de 1961, la Comisión Política del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), llegó a la conclusión de que ni el gobierno ydigorista fue capaz de aplastar y derrotar la lucha popular, revolucionaria, democrática y progresista ni el movimiento estudiantil universitario y de secundaria, el movimiento sindical y los sectores populares y progresistas del país, estuvieron en condiciones y capacidad de derrocar al gobierno ydigorista.

Lo que también quedó claro es que el movimiento popular, revolucionario, democrático y progresista se amplió y fortaleció y que el gobierno de Ydígoras Fuentes quedó muy debilitado y se agudizaron sus contradicciones internas que la cúpula militar, con el acuerdo y apoyo de los terratenientes del país y la embajada de Estados Unidos, trataron de solventar con el golpe de Estado del 1 de abril de 1963.

A partir de marzo y abril de 1962, en el país se crean las condiciones para que se transite hacia formas superiores de lucha. A nivel amplio, las asociaciones estudiantiles de las distintas facultades de la Universidad de San Carlos, se fortalecen. Lo mismo sucede con la AEU y el Consejo Superior Estudiantil (CSE). El FUEGO, pasa a ser la más prestigiosa y respetada organización del estudiantado de secundaria del país.

En nuevas condiciones, se da continuidad y profundiza la lucha de guerrillas en tanto camino a seguir a fin de abrir espacios de participación y organización política y social y hacerle frente y derrotar la represión y terror gubernamental y la contrainsurgencia como política de Estado apoyada por el gobierno de Estados Unidos e Israel y la cooperación y asesoría de las dictaduras golpistas del Cono Sur.
El enfrentamiento armado en nuestro país se desencadenó el 13 de noviembre de 1960 y concluyó con el Acuerdo de Paz Firme y Duradera suscrito entre el gobierno de la República y la Comandancia General de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) el 29 de diciembre de 1996.

En el cambio de época en que ahora se está, la lucha de lo más avanzado y esclarecido de nuestro pueblo es parte de la hazaña emancipadora e independentista de los pueblos y países de América Latina y el Caribe y contra las guerras de ocupación y conquista del imperialismo estadounidense.

El ejemplo de los caídos en combate, los miles de desaparecidos y asesinados y los cientos de miles de víctimas del genocidio y la tierra arrasada, alienta a seguir adelante y persistir en la lucha por el progreso, el avance y el desarrollo de nuestro país y el imperio de la justicia social y la equidad.

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