lunes, 7 de abril de 2014

A media semana



Elecciones y votaciones,
en nuestro país (1)

Ricardo Rosales Román
\ Carlos Gonzáles  \

Cuando ya había terminado de redactar la columna de hoy, fui informado del fallecimiento, la tarde de ayer, del doctor Carlos González Orellana. Nuestro país pierde a un valioso y ejemplar ciudadano, íntegro, honesto y que, con su ejemplo, supo enseñar a ser leal y consecuente con lo que se hace, lo que se piensa y lo que se dice.
Entrando en materia, puedo comenzar diciendo que en los 70 años más recientes, cuatro son las etapas durante las que han tenido lugar procesos comiciales. En una primera (en la que sí se puede hablar de elecciones en tanto constituyen la expresión de la voluntad libre y soberana del pueblo), tienen lugar dos elecciones generales. Ambas, se celebran durante la Primavera Democrática (1944-1954).

Una segunda etapa se inicia después de la intervención norteamericana a Guatemala (junio de 1954). La tercera, comienza con el golpe militar de 1963. Y, la cuarta etapa, se "inaugura" en 1985 con lo que se ha dado en denominar la transición democrática.

Durante la segunda etapa (1954-1963), el sistema de votaciones se caracteriza porque sus resultados, estrictamente hablando, no son expresión de la voluntad libre y soberana del pueblo. Tiene lugar un plebiscito mediante el que el votante debía de expresar de viva voz si estaba o no de acuerdo con que el cabecilla de la invasión mercenaria encabezara el gobierno. Los resultados, consumaron una imposición. El país estaba en Estado de Sitio y gobernado con base en un Estatuto de Gobierno, de facto.
En esta etapa, se anularon las votaciones de 1957. Fueron fraudulentas. Al repetirse, por mayoría de votos, asume el poder un general del Ejército que es depuesto por su ministro de la Defensa en 1963. A partir de aquél momento, se inicia la tercera etapa y tienen lugar cuatro votaciones generales. En la primera, se "elige" a un gobernante civil. Los militares le condicionan la toma del poder mediante un pacto en el que, al suscribirlo, se obliga a gobernar como lo hizo su antecesor, el coronel golpista.

En esta etapa, mediante las otras tres votaciones, se imponen. fraudulentamente. a tres generales que gobiernan durante sucesivos períodos de cuatro años. El tercero de ellos, es derrocado en 1982 por un movimiento de militares jóvenes que le encargan el gobierno de facto a una Junta Militar integrada por tres oficiales de alta graduación. Además, se anulan los comicios mediante los que el gobernante depuesto pretendió imponer a su sucesor que, por supuesto, era, también, un general.

A raíz del golpe militar del 8 de agosto de 1983, asume el poder otro general a quien se le atribuye la "institucionalización" de la "apertura democrática" y que en 1985 da inicio a la que corresponde denominar como la cuarta etapa. En estos 29 años, han tenido lugar siete votaciones y gobernado seis mandatarios civiles y un militar.  En 1993, un presidente civil fue designado por el Congreso de la República. El actual presidente, un general en retiro, obtuvo la mayoría de sufragios en la segunda vuelta de las votaciones del 2011.

Lo meramente descriptivo, no es suficiente: es lo inicial. Habrá que ahondar más respecto al significado que en lo institucional y para el país, tienen estas cuatro etapas. (Continuará).

No hay comentarios:

Publicar un comentario