miércoles, 13 de febrero de 2013

La lectura de textos literarios, un hecho placentero y provechoso

El viernes 8 de febrero, el licenciado en Ciencias de la Comunicación y profesor de Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental en el Colegio de Ciencias y Humanidades, CCH, y de Taller de Redacción en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Espartaco Rosales Arroyo, presentó y defendió la tesis para obtener la Maestría en Docencia para la Enseñanza de la Educación Media Superior.

El examen y defensa del trabajo tuvo lugar en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM. La tesis se titula Leer literatura en el bachillerato: de la resistencia al placer y es el resultado de un estudio e investigación en que se plantean “estrategias didácticas para generar un entorno en el aula que propicie la lectura placentera de literatura en alumnos” del CCH. La tutoría estuvo a cargo del maestro Ernesto García Palacios. Los Sinodales fueron la doctora Frida Zacaula Sampieri y la maestra Arcelia Lara.
    
     En su introducción, el autor plantea que “la literatura -o más concretamente la experiencia de la lectura literaria- brinda la posibilidad de abrir mundos, universos, de generar diálogos trascendentes. Sin embargo, muchas veces, la escuela funciona más bien como antídoto que como vía a la lectura: los alumnos prefieren hacer muchas otras cosas, antes que leer”.
    
     La “cuestión permanente es -a decir del autor-, preguntarse qué debe hacerse para convertir la lectura de textos literarios en un hecho placentero y provechoso para los jóvenes que estudian bachillerato. ¿Cómo hacerlo? ¿Qué mecanismos didácticos hay que utilizar? ¿Por dónde empezar? ¿Es posible crear un ambiente en el aula que propicie el que los alumnos sientan gusto al leer textos literarios? ¿Cómo se construye ese ambiente? ¿Qué factores entran en juego? ¿Y de qué herramientas didácticas puede valerse el docente para propiciar ese ambiente? ¿En qué momento hay que hacerlo? Y, por otro lado, ¿de qué se trata: de saber literatura o de leer literatura?”
    
     A manera de hipótesis, se plantea “que para que los estudiantes de bachillerato lean, es necesario crear un espacio propicio para la lectura. Se trata de un espacio placentero en el que los muchachos escuchen lecturas, estén en contacto con los libros, hablen y escuchen sobre lo que leen y puedan generar acciones específicas que se deriven de lo que leen”.
    
     Entre los aportes contenidos en el trabajo, el autor sostiene que las estrategias a definir son importantes, pero lo fundamental está en la parte en que se habla de la ética docente y la forma como el profesor debe asumir su trabajo y entender y optar por la función social que le corresponde. Si el docente asume el papel que le corresponde como debe ser, el compromiso social lo lleva a él y al alumnado a realizar el trabajo con entusiasmo, con creatividad y con sentido.
    
     A este respecto, es de la opinión que el quid está en que el docente sea el puente y ejemplo para que el alumno lea, en la escuela, cierto “tipo de libros”, y que persista en el esfuerzo para que los alumnos encuentren un camino para llegar a los autores y textos clásico, descubran su valor estético, y lo hagan con gusto.
    
     La tesis presentada fue aprobada con Mención Honorífica. En la Protesta leída al sustentante, se consigna el compromiso social que el Maestro asume a favor del cambio social.
    
     Para Espartaco, para Lupita, su compañera, para José Miguel, su hijo, es éste un día especial e importante. Para ellos y para quienes estamos cerca del recién graduado, es motivo de satisfacción y regocijo valorar lo que se logra alcanzar con esfuerzo, trabajo, estudio e investigación, tenacidad y constancia, y lo que supone su disposición, decisión y voluntad de afrontar los nuevos desafíos y persistir en el compromiso social que se adquiere, fortalece y afianza con cada éxito que se obtiene.
    
     Ante tan importante acontecimiento, su amorosa mamá y su hermano, el mayor, abrazan efusiva y cariñosamente a Espartaco como tan emocionada y solidariamente, el padre saluda este éxito más del hijo en sus estudios, carrera profesional y trabajo docente.
    
     La Mención Honorífica con la que fue aprobada su tesis, es la calificación más alta que se otorga durante un examen en la UNAM. Lo mismo aconteció en 1997 con la tesis de graduación presentada para obtener la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, ocasión en que, además, se le otorgó la medalla Gabino Barreda a la que se hace merecedor quien obtiene el más alto punteo de calificación al término de sus estudios.